CQC se cobró su primera víctima

Caiga quien caiga arrancó con todo la temporada 2010, no solamente en lo que a rating se refiere sino también con el impacto que causan sus notas al dejar sin trabajo a un concejal de Tartagal que se había quedado con un aire acondicionado donado por el programa de la productora Cuatro Cabezas.   Desde la nueva escenografía –impecable como siempre– Ernestina Pais, Juan Di Natale y Gonzalo Rodríguez hicieron un breve y rápido repaso por lo que fue el agitado verano político, para terminar hablando del Oscar conseguido por "El secreto de sus ojos" y la sección "¡Proteste ya!”, fue la que abrió el programa.   El año pasado, luego del alud en Tartagal, la producción decidió donar un colchón y un aire acondicionado portátil, y para monitorearlo echaron mano a un recurso que ya habían utilizado antes con un televisor: un GPS para seguir su recorrido.   Efectivamente pudieron chequear que todo había llegado a la ciudad arrasada, el problema es que el destino fue nada menos que la casa del concejal del Frente para la Victoria Hugo Torina, quien fue –dicho por él mismo– el encargado de la distribución de las donaciones como mano derecha del denunciado intendente Sergio Leavy.   Finalmente Gonzalito pudo hablar con él y ahí se generó quizás una de las situaciones más incómodas e increíbles conseguidas por CQC en mucho tiempo: el funcionario terminó aceptando que el equipo estaba en su casa hacía diez meses, lo fue a buscar y lo llevó a un albergue de estudiantes, no si antes anunciar la firma de su renuncia, lo que luego sí cumplió.    Con un trío más aceitado, secciones nuevas, más espectáculo que política y mucho de lo que se espera, volvió CQC en un año en que la partida de Mario Pergolini y Eduardo de la Puente y la novedad de los nuevos conductores ya han quedado atrás.    Los 23,3 puntos de rating le permitieron ser por lejos lo más visto del día, demostrando que el interés que despierta en sus seguidores desde hace catorce años sigue intacto.