El kilo de helado artesanal costó más que dos kilos de tapa de asado.

El helado fue uno de los postres más queridos en la sobremesa argentina, pero debido a la inflación, se volvió inalcanzable para muchas familias. Había una gran variedad de opciones para elegir, y en el país, existía una de las cadenas comerciales de helados más grandes del mundo, con franquicias en todas las provincias y en el extranjero. El precio era relativamente accesible para un producto de calidad aceptable para la mayoría.
En esa cadena, un cuarto kilo de helado costaba $600 y un kilo, $1.800. En los supermercados, se podían encontrar marcas aún más económicas, aunque de sabor y textura inferiores. En las heladerías artesanales más tradicionales, comer un cuarto kilo podía costar entre $1.650 y $1.800, dependiendo del lugar. Aquellos que podían pagar este precio consideraban que valía la pena por la calidad que ofrecían estas marcas, con sabores más intensos y reales, preparaciones cuidadas y materias primas premium.
En estos negocios, un kilo de helado podía costar alrededor de $4.000 pesos, algo así como dos kilos de tapa de asado de novillito, un valor elevado que muchos consideraban justificado.Tags
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