El Negro de la Tribuna cumple 114 años

Por El Diario 24 — 25 de junio de 2010 en Culturas
El Negro de la Tribuna cumple 114 años

Este 26 de junio se cumplen 114 años del nacimiento del célebre escritor y periodista tucumano Pablo Rojas Paz, también conocido como "el negro de la tribuna" por el pseudónimo con el que firmaba las crónicas deportivas en el Diario Crítica. Nació en 1896 en la ciudad de Tucumán, y es autor de ensayos, cuentos, relatos, novelas, biografías y una obra que transitó por diversos géneros. En su obra “El patio de la noche”, el autor evoca aquella mañana en la plaza Independencia, cuando se hizo “la yuta” de la escuela en 1904 y conversó con Lola Mora, para finalmente aprender a disfrutar de la escapada en las afueras de la ciudad, masticando caña.

Entonces, “de pronto, oí detrás de mí una sonora carcajada seguida de una observación intencionada: '¿A quién se le ocurre hacer la yuta en la plaza?'. El que hablaba era el padre (Sisto) Colombres, amigo de casa, que me observaba con la teja echada hacia la nuca, el cigarro de chala entre los labios, hundidas las manos en los largos bolsillos de su hábito. En su rostro florecía una sonrisa que se iluminaba en la mirada. 'Vete hacia las quintas -agregó- a robar naranjas o a hacer saltar el A lo largo de su carrera, entabló amistad con los grandes referentes de la literatura de su época, como Pablo Neruda, Federico García Lorca y Jorge Luis Borges, con quien fundó la segunda época de la revista Proa, en 1924, junto a Alfredo Brandán Caraffa y Ricardo Güiraldes.

Su trayectoria se amplió enormemente al protagonizar un papel importante en el Diario Crítica, el periódico fundado por Natalio Botana que salió a la calle en 1913 para competir con los ya establecidos medios periodísticos como La Nación, La Prensa, La Razón o El Mundo. Por las páginas este diario también pasaron las tintas de los grandes escritores y periodistas, tales como Roberto Arlt, Borges, Ulyses Peit de Murat, Raúl González Muñón, Nicolás Olivari, Gustavo Germán González y el ilustrador Diógenes Taborda. La participación de Rojas Paz le dio a la nota deportiva una nueva forma de presentación, dedicándole una página entera y enfocándolas desde la literatura. Su columna convirtió a las jugadas que desarrollaban en el campo de juego en relatos míticos, pequeñas hazañas, momentos únicos en los que el aficionado volvía a repasar lo vivido en la cancha, reconstruido desde misticismo del relato literario. En la década del 30, bajo el alias "Negro de la Tribuna", dejó en el mundo del fútbol la terminología "Jugador Nº 12", cuando en una de sus habituales crónicas de la década del 30 dijo que "la hinchada es el jugador n° 12 de Boca". Desde allí, es donde se pasó a denominar a la hinchada más numerosa del fútbol argentino, que es sinónimo de aliento incondicional, entrega, sufrimiento y delirio hacia un club de fútbol. Otros legados de este autor comprende publicaciones de los ensayos Paisajes y meditaciones (1924, Premio Municipal), La metáfora y el mundo (1926), El perfil de nuestra expresión (1929), Cada cual y su mundo (1944), El canto en la llanura (1955), Lo pánico y lo cósmico (1957), cuentos Arlequín (1927), El patio de la noche (1940, Premio Nacional), El arpa remendada (1944), relatos Campo argentino (1944), Hombre y momentos de la diplomacia (1946), novelas "El patio de la noche", "El libro de las tres manzanas", Hombres grises, montañas azules (1930), Hasta aquí nomás (1936), Raíces al cielo (1945), Los cocheros de San Blas (1950), Mármoles bajo la lluvia (1954) y biografías Alberdi, el ciudadano de la soledad (1940), Biografía de Buenos Aires (1943), Simón Bolívar (1955) y Echeverría, pastor de soledades (1952, Premio Alberto Gerchunoff). Rojas Paz llevó su estilo literario a ámbitos más allá de lo conocido en la época. Es que, como escribió él mismo en "La Algarroba Negra", no hay "nada más misterioso que el nacimiento de un poema, si se exceptúa el nacimiento de un poeta, es decir, el de quien a ese primer misterio consagra su vida".