Qué tiene que ver Mónaco con Hércules

Por El Diario 24 — 1 de enero de 2010 en Culturas
Qué tiene que ver Mónaco con Hércules

Hay  veces  que uno sabe cómo comienzan las cosas, pero ignora  completamente  de qué manera  terminarán, es  como que el día  hace un codo en alguna parte y lo que iba mal, luego termina bien, ¿me explico?, ¿no?, entonces le cuento. Después de haber pasado la mañana ofreciendo baratijas en el mercado con mi compadre Luisito, nos fuimos a almorzar a un bolichón de la calle La Plata con las últimas monedas que nos quedaban, porque no habíamos vendido nada. De lo bien que estábamos, comenzamos a sentir una conversación curiosa en la mesa de al lado. Un señor le explicaba a un chico, que posiblemente fuera el hijo, la etimología de la palabra Mónaco. Como la etimología es una disciplina más interesante aunque inútil, prestamos atención a la conversación. El tipo contaba que una teoría sostiene que el nombre Mónaco deriva del nombre de una de las tribus ligures que habían vivido en esa roca, en el VI antes de Cristo. Los ligures (en griego, Λίγυες, en latín ligures o liguses) fueron un pueblo protohistórico de Europa.​ Vivieron en el el sudeste francés en niza y el noroeste italiano.

Pero en la antigüedad el puerto de Mónaco estaba asociado al culto de "Heracles Monoïkos", que significa "Heracles Solitario" o "Heracles el de un solo templo". El chico,  que  se veía de lejos  que no era ningún caído del catre, interrumpió para preguntar si Heracles era el mismo Hércules de los romanos y el padre le dijo que sí. Al parecer, agregó el padre, según las tradiciones, el nombre viene de un templo consagrado a Hércules. Pero por la forma griega de la denominación "Monoïkos", es  posible que hubiera  sido fundado por los griegos masaliotas. Y le recordó al  hijo, mientras saboreaban un guiso de arroz amarillo con menudos de pollo, que que Amiano Marcelino, habla de este puerto, atribuyendo su fundación al propio Hércules. El chango preguntó quién era ese Marcelino y el viejo le contó que había sido un historiador romano del siglo  IV.

—¿Es el mismo Mónaco famoso por las chicas Martignon-Grimaldi, que se mandan un escándalo cada dos por tres?- preguntó el muchacho. Y el padre respondió: —Justamente a eso quería llegar: a mostrarte que era mejor el mundo antiguo, con dioses, semidioses y próceres conviviendo con los hombres. —¿Por qué? — averiguó el chango, quizás  sabiendo la repuesta. —Fijate que el Mónaco antiguo era conocido por haber sido fundado por Hércules, mientras el moderno, es famoso por las correrías de dos chicas más o menos lindas, más o menos descocadas y para nada nobles. Cuando  se fueron padre e hijo, nos miramos satisfechos con Luisito. Qué importaba vender o no vender si habíamos ganado el día. ©Juan Manuel Aragón          Leer más notas de Juan Manuel Aragón