Verón, Dening y la lluvia protagonizaron una noche épica en el estadio de Ciudadela

Por El Diario 24 — 5 de junio de 2023 en Deportes
Verón, Dening y la lluvia protagonizaron una noche épica en el estadio de Ciudadela

Hoy, prácticamente nadie consultó el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional, pocos se prepararon para la lluvia con paraguas o ropa impermeable. Las personas caminan con las cabezas mojadas y las remeras empapadas, lo que podría resultar en un aumento de casos de neumonía en los próximos días. Una fina y fría cortina de agua cae del cielo, a la par del aliento que desciende de la tribuna de la Rondeau. El primer tiempo del partido ha sido mediocre y está pasando de ser ordinario a simplemente malo.

A Orellana le cuesta mucho lidiar con el delantero alto que, se rumorea, jugó en San Martín, pero pocos lo recuerdan. Por otro lado, el número 7 es un jugador bajito pero hábil que siempre juega bien. Meritello es quien se destaca en la defensa y tiene que lidiar con una cantidad excesiva de pelotas aéreas. Cuando ya se jugaban 47 minutos y el árbitro estaba a punto de enviar a los jugadores al descanso, los hinchas seguían bajo la lluvia sin que ocurriera nada relevante. Sin embargo, Quilez cometió un error al salir hacia adentro y corto, lo que permitió que los adversarios contraatacaran rápidamente y el número 7 quedara mano a mano con el arquero, sin fallar en su intento. ¡Maldición, parece una situación insuperable!

En los pasillos se ven caras largas y se escucha mucha charla malhumorada, con insultos por todas partes. El gol en contra fue un golpe de agua fría aún más helado que la lluvia que cae del cielo. El invierno ha llegado con furia y la frustración estalla: parece que tanto Dios como el Diablo se ensañan con el Pueblo Ciruja, quien sufre no solo por los resultados sino también por las inclemencias climáticas. Sin embargo, aquellos que no conocen el Arco de los Milagros rezan a cualquier santo, y en Ciudadela se reza al único "Santo que amé". Aquí nadie deja de creer, porque la ilusión es lo último que se pierde y lo primero que se recupera. No hay lluvias desagradables que no quieran parar y puedan frenar esta pasión.Siempre es útil evocar los viejos tiempos de gloria para recuperar la fe, por eso es significativo que en el entretiempo se realice un reconocimiento a leyendas del pasado que pisan el césped y transmiten su espíritu ganador: Carlos Roldán, el Ratón Ibáñez, David Robles, el Negro Vera y el Jota Moralés, entre otros. Ellos auguran una noche épica, como las muchas que ellos mismos supieron crear.Aunque Frontini no hace cambios al inicio, se sabe que habrá algunas modificaciones en el complemento. Enzo Martínez no tiene un buen desempeño en el campo y es el candidato número uno para ser reemplazado. El técnico decide poner a Molinas y adelanta a Bucca, al mismo tiempo que saca a Colazo e introduce a Verón. Se la juega el DT porque el 9 no estaba mal y sale enojado pensando que si lo sacan perdiendo 1 a 0 de local, jugando bien, lo van a sacar siempre. Lo que nadie sabía es que, a pesar de que no haya sol, hoy es un día veronista.Recién regresado de su tiempo en el banco de suplentes y frente a una multitud que lo aclama, Verón está decidido a hacer historia. Es por eso que, con determinación, aprovecha el pase que Dening no le quiso dar y realiza un potente disparo a lo Batistuta, rompiendo la red y activando el arco milagroso. San Martín es un huracán que se lleva todo lo que encuentra en su camino, y es Verón mismo quien marca el segundo gol, aunque le es anulado por un fuera de juego mínimo. En ese momento, se siente la cercanía del éxito, la noche se asemeja a la de Dálmine y la presión es tan intensa que la tribuna Bolívar amenaza con desmoronarse.Con la incorporación de Molinas, San Martín añade habilidad en el mediocampo y Bucca se adelanta para jugar por la izquierda, pero no tan abierto, sino aprovechando el hueco entre el defensor número 2 y el 4. Esto abre el camino para las subidas de Banegas, quien se convierte en el pivote para aquellos que atacan y carga con la responsabilidad del equipo. El defensor número 4 de ellos finge una lesión, se tira al suelo e intenta ganar tiempo, pero Dening y Bucca parecen saber lo que está por venir, se acercan a él y le dicen "Pronto te quedarás sin tiempo".No pasan ni dos minutos y Bucca, consciente de que aquel que abandona no obtiene premio alguno, consigue un córner de gran valor, o mejor dicho, un cabezazo fulminante de Dening que pone en el bolsillo los tres puntos. Finalmente, llega nuestro tan esperado gol en cada partido: "Te quiero tanto", Dening. La labor está hecha, pero aún hay tiempo para que Verón realice una vertiginosa carrera, dejando atrás a toda la defensa, deshaciéndose del arquero y sellando el partido, haciendo enloquecer a la gran multitud del Pueblo Ciruja. Celebra, Verón.Ahora sí, con las chaquetas al viento, no hay nadie que no cante. Aún está lloviendo. ¿Y qué importa? "Desde el norte argentino y para todo el país, llega la famosa banda, la banda de San Martín y Ciudadéee y Ciudadéee", al ritmo de la Marcha, el final es perfecto con el sonido de la música más maravillosa. Maldición, será un lunes hermoso. Que ya sea jueves.Tags

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