Niños colombianos viven en alcantarillas

Por El Diario 24 — 23 de abril de 2010 en Mundo
Niños colombianos viven en alcantarillas

Thomas Morton, periodista de la cadena Vice filmó un revelador documental con la colaboración del doctor Jaime Jaramillo creador de la Fundación Niños de Los Andes que refleja la cruda realidad de niños colombianos que, debido a las condiciones de pobreza en las que se encuentran sometidos, viven en las alcantarillas de la ciudad de Bogotá. En las calles de Colombia mueren violentamente 4,300 menores al año, los que quedan vivos, se ganan la vida robando, prostituyéndose o vendiendo drogas, casi todos inhalan pegamento y el 93 por ciento padece de alguna enfermedad de transmisión sexual.

Hay muchas agencias que proclaman estar ayudando a los niños de la calle. Sin embargo, según UNICEF de Bogotá, varias de las agencias ‘con una preocupación social’ están vendiendo la miseria de los niños para obtener fondos para su propio beneficio.  Esta realidad no es un mal de este siglo puesto que durante la década del 90 el sistema de alcantarillas de la ciudad de Bogotá empezó a atestarse de niños que buscaban refugiarse de la violencia que se vivía en las calles de Colombia, pero los grupos paramilitares, que los habían literalmente eliminado de las calles, los persiguieron y dieron cuenta de esta “población de alcantarilla”, asesinándolos, quemándolos y violándolos.

Los niños de las alcantarillas se convirtieron en un tópico generalizado dentro de las grandes cadenas de noticias pero rápidamente el impacto de esta realidad quedó en el olvido y los grupos paramilitares aprovecharon esto para efectuar un exterminio masivo de los pobladores de las alcantarillas, efectuando una matanza sin precedentes de niños inocentes. El documental de la cadena norteamericana pone en duda el desempeño del gobierno colombiano en materia humanitaria, cuestiona el papel de UNICEF y otras agrupaciones que velan por los derechos del niño y da una bofeteada no solo a la sociedad colombiana sino a toda una estructura social que parece ignorar una realidad vergonzante.   Vea la primera parte del documental.