¿Quiere agraviar a alguien? Los insultos más comunes del idioma español

Por El Diario 24 — 29 de septiembre de 2020 en Argentina
¿Quiere agraviar a alguien? Los insultos más comunes del idioma español

Se publica esta lista de insultos para quienes quieran injuriar con propiedad a su prójimo y enriquecer el idioma diario, abandonando el “boludo” y el “pelotudo”, que empobrecen el español, idioma rico en afrentas varias y mofas de toda clase. Ahí van: abanto, abrazafarolas, adufe, alcornoque, alfeñique,eeandurriasmo, arrastracueros, artabán, atarre, asqueroso, baboso, barrabás, barriobajero, bebecharcos, bellaco, belloto, berzotas, besugo, bobalicón, bocabuzón, bocachancla, bocallanta, boquimuelle, borrico, botarate, brasas, cabestro, cabezaalberca, cabezabuque, cachivache, cafre, cagalindes, cagarruta, cagatintas, calambuco, calamidad, caldúo, calientahielos, calzamonas, calzonudo, cansalmas, cantamañanas, capullo, caracaballo, caracartón, caraculo, caraflema, carajaula, carajote, carapapa, carapijo, cazurro, cebollino, cenizo, cenutrio, ceporro, cernícalo, charrán, chiquilicuatre, chirimbaina, chupacables, chupasangre, chupóptero, cierrabares, cipote, comebolsas, comechapas, comeflores, comestacas, cretino, cuerpoescombro, culopollo. Son muchos, amigo y cada uno tiene un destinatario determinado, por lo que no se debiera descartar ninguno de ellos. Van más: descerebrado, desgarracalzas, dondiego, donnadie, echacantos, ejarramantas, energúmeno, esbaratabailes, escolimoso, escornacabras, estulto, estúpido, fanfosquero, fantoche, fariseo, filimincias, foligoso, fulastre, ganapán, ganapio, gandul, gañán, gaznápiro, gilipollas, gilipuertas, giraesquinas, gorrino, gorrumino, guitarro, gurriato, habahelá, hereje, hijoeputa, huelegateras, huevón, lamecharcos, lameculos, lameplatos, loco, lechuguino, lerdo, lelo, letrín, lloramigas, longanizas, lumbreras.

Un consejo, apréndase dos o tres, busque en el diccionario su significado y luego, cuando lo crea oportuno y halle el candidato ideal, se lo dice: él no entenderá y usted habrá ganado una sonrisa más para su alma. Agárrelos antes de que caigan al suelo: maganto, majadero, malasangre, malasombra, malparido, mameluco, mamporrero, manegueta, mangarrán, mangurrián, mastuerzo, matacandiles, meapilas, melón, mendrugo, mentecato, mequetrefe, merluzo, metemuertos, metijaco, mindundi, morlaco, morroestufa, muerdesartenes, orate, ovejo. Algunas palabras supuestamente ofensivas lo hacen reír, ya sé, pero ahí están, para uso y abuso de los hablantes del maravilloso español: pagafantas, palurdo, pamplinas, panarra, panoli, papafrita, papanatas, papirote, paquete, pardillo, parguela, pasmarote, pasmasuegras, pataliebre, patán, pavitonto, pavo, pazguato, pecholata, pedorro, peinabombillas, peinaovejas, pelagallos, pelagambas, pelagatos, pelatigres, pelazarzas, pelele, pelma, percebe, perrocostra, perroflauta, peterete, petimetre, picapleitos, pichabrava, pichacorta, pillavispas, piltrafa, pinchabife, pinchaúvas, pintamonas, piojoso, pitañoso, pitofloro, plomo, pocasluces, pollopera, pulguiento, quitahipos.

Vea usted, no es lo mismo rantifuso orantipipilo querastrapajo orebañasandías. Pero todos son agravios de primer orden para propinar a algún revientabaúles. Vamos a ver los últimos, enviados como un servicio a la comunidad: ríeleches, robaperas, sabandija, sacamuelas, sanguijuela, sinentraero, sinsustancia, sonajas, sonso, soplagaitas, soplaguindas, soplanuca, sosco, sotreta, tagarote, tarado, tarugo, tarúpido, tiralevitas, tocapelotas, tocho, tolai, tontaco, tontucio, tordo, tragaldabas, tuercebotas, tunante, zamacuco, zambombo, zampabollos, zamugo, zángano, zarrapastroso, zascandil, zopenco, zoquete, zote, zullenco, zurcefrenillos. Ojalá se ría a las carcajadas cuando los lea, tanto como me reí yo cuando los estaba escribiendo. Si alguno quedó en el tintero, haga el favor de agregarlos en la parte de abajito de la nota, así completamos esta parte tan importante de la lengua.Juan Manuel Aragón                    Leer más notas de Juan Manuel Aragón ©eldiario24.com