Liberaron a un histórico barrabrava condenado por secuestro por hacer “buena letra” en la cárcel

Maximiliano Oetinger, alias “Mey”, fue un distinto entre los violentos y mafiosos de La 12, la barra brava de Boca Juniors, un hombre especial por su violencia. Llegó alto en su jerarquía bajo el ala del capo Mauro Martín, dicen quienes conocen las internas bajo los tirantes y las banderas, algunos hablan de supuesta protección de dirigentes, de los propios barras que lo blindaron y encubrieron.
Una foto que lo muestra junto a Carlos Tévez se convirtió en un documento de su poder.
Y como muchos de sus compañeros en la barra, “Mey” diversificó su negocio criminal más allá de la tribuna. Se dedicó al secuestro extorsivo, con más de quince años de andanzas armadas en la Ciudad y el Conurbano de Buenos Aires.
Cumplió siete años de cárcel, luego de que el Tribunal Oral N°3 de San Martín lo condenara en junio de 2003 por llevarse a dos víctimas, con una pena original de 12 años y seis meses, según registros judiciales. En septiembre de 2009, el Tribunal Oral Criminal porteño número 29 le dio otros tres años en otro caso de robo calificado.
El 13 de julio de 2015, “Mey” cometió el golpe más feroz de su vida junto a otros dos pesados, entre ellos Christian Galuzzi, vinculado a un sector de la barra de Vélez, y “Pocho” Flores. Ocurrió en Ciudadela; un dentista de 80 años y su mujer fueron sus víctimas. Capturaron al dentista en las inmediaciones de su casa y le quitaron la llave, mientras lo golpearon hasta casi dejarlo inconsciente.
“Abrí que lo traemos en ambulancia”, le gritaron a su mujer. La mujer abrió. La golpearon también. El botín al final fue miserable: dos mil pesos de aquel entonces y una computadora vieja. Intentaron cometer un secuestro, sin resultados.
Oetinger probó ser un prófugo huidizo. La Policía Federal montó un operativo tenaza en la Bombonera, sin resultados. Al final, lo detuvieron, cayó en 2018. Oetinger fue acusado de ser el cerebro del ataque al dentista y su mujer, encargado de realizar llamados y tareas de inteligencia.
El 11 de diciembre de ese año, el Tribunal Oral Federal N°3 le dio seis años de prisión por el hecho, con una calificación extensa y un tanto gráfica: robo agravado por haber sido perpetrado en poblado y en banda, y con la utilización de llave sustraída, en concurso real con del delito de privación ilegal de la libertad agravado por el empleo de violencia y amenazas.
Hoy, cuatro años después, tras estar preso en la cárcel de Marcos Paz, “Mey” Oetinger sale libre por decisión de la Justicia. Maximiliano Oetinger, alias “Mey”, fue un distinto entre los violentos y mafiosos de La 12, la barra brava de Boca Juniors, un hombre especial por su violencia. Llegó alto en su jerarquía bajo el ala del capo Mauro Martín, dicen quienes conocen las internas bajo los tirantes y las banderas, algunos hablan de supuesta protección de dirigentes, de los propios barras que lo blindaron y encubrieron. Una foto que lo muestra junto a Carlos Tévez se convirtió en un documento de su poder. Y como muchos de sus compañeros en la barra, “Mey” diversificó su negocio criminal más allá de la tribuna. Se dedicó al secuestro extorsivo, con más de quince años de andanzas armadas en la Ciudad y el Conurbano de Buenos Aires. Cumplió siete años de cárcel, luego de que el Tribunal Oral N°3 de San Martín lo condenara en junio de 2003 por llevarse a dos víctimas, con una pena original de 12 años y seis meses, según registros judiciales. En septiembre de 2009, el Tribunal Oral Criminal porteño número 29 le dio otros tres años en otro caso de robo calificado.El 13 de julio de 2015, “Mey” cometió el golpe más feroz de su vida junto a otros dos pesados, entre ellos Christian Galuzzi, vinculado a un sector de la barra de Vélez, y “Pocho” Flores. Ocurrió en Ciudadela; un dentista de 80 años y su mujer fueron sus víctimas. Capturaron al dentista en las inmediaciones de su casa y le quitaron la llave, mientras lo golpearon hasta casi dejarlo inconsciente. “Abrí que lo traemos en ambulancia”, le gritaron a su mujer. La mujer abrió. La golpearon también. El botín al final fue miserable: dos mil pesos de aquel entonces y una computadora vieja. Intentaron cometer un secuestro, sin resultados.Oetinger probó ser un prófugo huidizo. La Policía Federal montó un operativo tenaza en la Bombonera, sin resultados. Al final, lo detuvieron, cayó en 2018. Oetinger fue acusado de ser el cerebro del ataque al dentista y su mujer, encargado de realizar llamados y tareas de inteligencia. El 11 de diciembre de ese año, el Tribunal Oral Federal N°3 le dio seis años de prisión por el hecho, con una calificación extensa y un tanto gráfica: robo agravado por haber sido perpetrado en poblado y en banda, y con la utilización de llave sustraída, en concurso real con del delito de privación ilegal de la libertad agravado por el empleo de violencia y amenazas.Hoy, cuatro años después, tras estar preso en la cárcel de Marcos Paz, “Mey” Oetinger sale libre por decisión de la Justicia.