Intriga y misterio rodean la desaparición de Gabriela Picciuto: Ocho individuos señalados como sospechosos tras el hallazgo de su cuerpo en un tanque

La aparición de un cuerpo flotando en un tanque de agua hace dos semanas en Tucumán reveló una situación horripilante. Un albañil descubrió el cadáver mientras realizaba remodelaciones en una casa ubicada en Chacabuco al 59. Desde entonces, los investigadores están tratando de determinar qué sucedió con la víctima. Debido al avanzado estado de descomposición, todavía no se ha podido identificar completamente a la mujer, pero se cree que podría ser Gabriela Picciuto, quien es copropietaria de la propiedad. En los días siguientes al macabro hallazgo, se llevaron a cabo varios allanamientos y como resultado, se detuvo a la primera sospechosa del crimen: Sofía Alejandra Di Cianni, una joven de 22 años.

Fue acusada de homicidio después de que los investigadores encontraran el documento de identidad de la víctima y una tarjeta en su domicilio. Durante el interrogatorio, la acusada negó los hechos pero expresó su disposición a proporcionar información. Sin embargo, hasta ahora no ha dado más declaraciones y continúa en prisión.Sin embargo, recientemente ha habido un giro en el caso. La justicia ha imputado a otros tres sospechosos, incluyendo a José Luis Fumero, el exesposo de la mujer de 48 años y también copropietario de la casa.

Aunque no se encontraron pruebas concretas en su teléfono celular, los investigadores se basaron en la relación conflictiva y violenta que tuvieron como pareja. Además, se suma un posible motivo económico: la venta de la vivienda en la que vivía Picciuto."En realidad, él fue considerado el primer sospechoso debido a que era copropietario de la casa y debido a los conflictos que siempre tuvieron. Pasaron por un divorcio complicado relacionado con la custodia de su hija. Durante los últimos meses, él había estado insistiendo en vender toda la propiedad porque creía que eso le ayudaría económicamente", explicó Gonzalo De La Vega, abogado de Florencia, la única hija de Picciuto, en una entrevista con TN.Los otros dos detenidos recientemente son Alfredo Rodolfo Socci y Natalia Liberman, una pareja que vivía en la propiedad donde se encontró el cadáver. Todos ellos están bajo prisión preventiva y no se descarta la posibilidad de más detenciones: "Hay otras tres personas más cuya situación podría complicarse en los próximos días. Muchas personas estuvieron involucradas en esa casa y se están siguiendo todas las líneas de investigación", dijo un informante.Crimen en Chacabuco 59: quiénes son los otros sospechososDesde que se hizo pública la noticia, se ha coincidido en que la víctima era una persona de carácter difícil y se afirmó que solía tener problemas con sus inquilinos. En este contexto, todas las personas que estuvieron en conflicto con Picciuto debido a la casa son consideradas sospechosas. Esto incluye a una peluquera y un panadero que alquilaban una parte de la propiedad para sus negocios. "Hubo discusiones intensas, varios incidentes violentos y amenazas entre ellos y Gaby debido al espacio y la falta de pago", explicó De La Vega.El tercer sospechoso es un hombre de apellido Marchese, quien habría llegado a un acuerdo con Fumero y comprado su parte de la propiedad. Se dice que él fue quien decidió comenzar las reformas en Chacabuco 59. Tanto él como otros tres inquilinos tenían permiso del exesposo de Gabriela para ingresar al lugar, ya que les habría informado que ella se encontraba internada recibiendo tratamiento. También ha aparecido una supuesta pareja de Fumero, una joven de Salta que ha sido convocada por la fiscalía y actualmente se encuentra prófuga. Por otro lado, el abogado que representa a la hija de la víctima solicitará a la Justicia que "la casa permanezca bajo resguardo y en posesión de la joven", ya que todavía está habitada.Adentro de un tanque de agua y con frazadas: cómo estaba el cuerpoEl 12 de mayo, mientras un albañil realizaba labores en el techo de una casa, fue invadido por un olor muy fuerte que le impidió continuar con su trabajo. Decidió investigar el origen y descubrió que el hedor provenía del tanque de agua. Al destapar la cisterna, se encontró con una escena perturbadora: había una persona muerta cubierta con unos acolchados. Después de hacer este terrible hallazgo, alertó a la policía, quienes acudieron de inmediato y establecieron un operativo en el lugar. Dado que el cadáver se encontraba en un estado avanzado de descomposición, inicialmente resultaba difícil determinar si se trataba de un hombre o una mujer. La autopsia confirmó que la víctima había sufrido una "muerte violenta", como resultado de un fuerte golpe en la cabeza, y se estima que llevaba al menos dos meses en ese lugar antes de ser descubierta.Distante y difícil: la relación ente Gabriela y su familiaLa vida de Gabriela era complicada. Después de casarse con José Luis y tener a Florencia, su hogar se vio afectado por la violencia, lo que causó una infancia traumática y dolorosa para la pequeña. Debido a la negligencia y el abandono, una jueza de familia intervino y les retiró la custodia. Desde entonces, la abuela materna se hizo cargo de la niña.Con el tiempo, Gabriela inició un proceso legal contra su madre con el objetivo de recuperar la custodia de Florencia. Sin embargo, la hija expresó su deseo de quedarse con su abuela debido a todo lo que había sufrido. El abogado señaló: "Gaby se rodeó de personas que complicaron aún más las cosas. Esta situación misma la alejó de Florencia". En los últimos años, Gabriela tuvo algunos episodios psiquiátricos que requirieron hospitalización por unos pocos días. Aunque se había rumoreado que tenía problemas con las drogas, De La Vega aclaró que sus dificultades eran de comportamiento. El último contacto que tuvo la víctima con su hija fue a mediados de febrero. En ese momento, Gabriela expresó que se sentía amenazada y tenía miedo. Dijo: "Me están presionando para que venda la casa. No la voy a vender, la construí con mucho sacrificio. Esta casa es para ti". Aunque tenían poca comunicación, después de esa conversación no hubo más llamadas ni mensajes entre ellas, tampoco con su madre. Por eso, la desaparición de Gabriela pasó inadvertida. Ahora solo nos queda esperar a que la investigación continúe su curso para conocer más detalles sobre lo sucedido.Tags

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