Caso Cecilia Strzyzowski: Marcela Acuña y sus cartas se encuentran en el ojo del huracán

Desde su celda en Resistencia, Marcela Acuña (51) escribe con una lapicera, una herramienta que utiliza tanto para su defensa como para su ataque. Esta es su forma de jugar algunas de sus piezas en el caso que investiga el femicidio de Cecilia Strzyzowski (28), un caso que ha causado revuelo en Chaco y que la coloca a ella y a su familia como los principales acusados.

Durante las últimas dos décadas, han estado en el centro de la polémica, acostumbrados a imponer condiciones, pero este escenario adverso es nuevo para ellos. En los 49 días que lleva detenida, el equilibrio de poder en la provincia ha cambiado. Marcela Acuña y Emerenciano Sena, los dirigentes piqueteros con mayor influencia y capacidad de presión en la región, ya no cuentan con el respaldo de la calle, aunque están tratando de recuperarlo poco a poco. En Resistencia, en las últimas semanas, han comenzado a movilizarse para pedir la liberación de Emerenciano (58), liderados por José Suárez, un referente del movimiento tras la detención de los líderes. Sin embargo, lo que ya no tienen es el apoyo de Jorge Capitanich, el gobernador, quien busca distanciarse de quien fue su socio político durante décadas.

Acorralados, los Sena han optado por desplegar su estrategia a través de las cartas, similar a lo que hizo Milagro Sala cuando fue detenida en Jujuy. En este caso, Acuña es quien toma la iniciativa y escribe para construir un escenario favorable al clan. Clarín ha analizado los manuscritos que Acuña ha estado publicando desde que ingresó a la cárcel, donde acusa persecución política y afirma la inocencia de ellos, asegurando que se violan sus derechos humanos. Pide la libertad de su marido pero "entrega" a César Sena (19), su hijo, dejando entrever que él podría ser el culpable.El intercambio de cartas se ha convertido en una vía de comunicación paralela para el clan. Hace unas semanas, los oficiales de la comisaría donde está detenido Emerenciano descubrieron una carta que su hermana intentó ingresar, en la que le pedía que actuara y bajara su nivel de azúcar para presionar y lograr la prisión domiciliaria. Uno de los hermanos de César le entregó un libro que contenía un mensaje garabateado en relieve. Por esta razón, el Equipo Fiscal Especial (EFE) que investiga el caso emitió la semana pasada un decreto que prohíbe a Marcela Acuña y a los acusados enviar cartas a sus abogados, ya que creen que están intercambiando mensajes entre ellos. A partir de ahora, todas las comunicaciones deberán ser orales. Ante esta medida, el equipo de Acuña protesta y la considera una "incoherencia". Aseguran que esto los limita y que no son ellos quienes envían los mensajes a la prensa. Sin embargo, adelantan que ella seguirá escribiendo cartas. Según lo que ha podido reconstruir este diario, las cartas salen en manos de los familiares que visitan a Acuña, quienes luego las filtran a la prensa local. La última carta, que se publicó el jueves 26, "apareció en el buzón de su hermana", informó Diario Norte.Tags

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