Solicitan una junta médica para evaluar a un acusado de acosar a una joven

La revisión estándar con un psiquiatra del Ministerio Público no resultó en la liberación de Pablo Luciano Rainieri. A solicitud de las partes, el doctor Rodolfo Lobo llevó a cabo una evaluación del joven, quien enfrenta cargos por daños a la salud mental debido a las denuncias de acoso realizadas por Milagro Lohezic desde 2018, sin que ninguna otra medida previa lograra detenerlo. Como consecuencia de estos eventos, el 31 de julio se decretó una prisión preventiva de 15 días para Rainieri. A solicitud del defensor José Sánchez, el viernes se llevó a cabo una nueva audiencia en la que el abogado buscó reducir la medida cautelar, permitiendo al imputado quedar en libertad bajo la supervisión de sus padres y cumpliendo con medidas de conducta, o en el peor de los casos, otorgarle el beneficio de arresto domiciliario.
Las bases para la solicitud de Sánchez se fundamentaron en un informe técnico elaborado por Lobo, un psiquiatra afiliado al Cuerpo Médico Forense, en el cual se recomendaba un tratamiento psiquiátrico para el imputado y se afirmaba que el acusado "no parece representar riesgos para sí mismo ni para terceros". Sin embargo, después de esta revisión, el profesional no consideró apropiado que Rainieri fuera alojado en una instalación penitenciaria, aunque tampoco consideró necesario un internamiento psiquiátrico.
La audiencia fue presidida por la jueza Eliana Gómez Moreira, quien previamente había dictado la prisión preventiva al acusado. Como es habitual en casos que involucran cuestiones de salud mental, la magistrada solicitó la presencia del médico para explicar y detallar su informe.Lobo compareció ante las partes y fue interrogado por Exequiel Filmann, asistente de la Fiscalía de Violencia de Género, así como por los abogados querellantes Agustina Lasquera y José María Molina.Para aclarar ciertos aspectos del informe, el psiquiatra admitió que su opinión era subjetiva, ya que se requeriría más tiempo para realizar un diagnóstico completo, y que sería necesario llevar a cabo una junta médica para ello. Además, en respuesta a las preguntas de los abogados, enfatizó que en tan poco tiempo no podía prever cómo las medidas (ya sea prisión preventiva o arresto domiciliario) afectarían la salud del imputado. "No puedo predecir el futuro", respondió a la pregunta de Molina.Rechazos JudicialesEn el desarrollo de la audiencia, el juez Filmann expresó con claridad su posición contraria a atender la solicitud de la defensa. En consecuencia, insistió en descartar cualquier consideración sobre la posibilidad de otorgar arresto domiciliario al acusado. Filmann argumentó que no existen suficientes garantías para confiar en que la familia del acusado pueda asegurar que Rainieri cese su hostigamiento digital hacia la víctima. Por otro lado, tanto Lasquera como Molina se manifestaron en contra de la solicitud presentada por la defensa. Molina señaló que, a pesar de las afirmaciones del doctor Lobo sobre la evaluación del acusado, no se puede descartar la existencia de riesgos para terceros en el futuro, ya que no es posible prever el comportamiento futuro con certeza. Las pruebas documentales disponibles dejan en claro que el imputado, en efecto, acosó a Milagro en varias ocasiones.Molina recordó que en uno de los últimos mensajes que le envió, Rainieri expresó: "Mili, estoy decidido a amarte", lo que demuestra su persistente persecución y acoso en las redes sociales. Además, se destacó que el acusado llegó a presentarse en el domicilio de Milagros en múltiples ocasiones, llegando al extremo de que el padre de la víctima tuvo que intervenir y pedirle que cese su conducta y se aleje de su hija.Molina planteó una cuestión fundamental: ¿cómo no considerar a Rainieri como una amenaza, dado que no respetó los límites de un "no" y continuó buscando a Milagro a pesar de sus intentos por evitarlo?Por su parte, Lasquera subrayó la importancia del derecho a la protección contra la violencia de género. Hizo hincapié en las obligaciones del Estado de prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres. Asimismo, recordó el deber de los Estados de actuar con una diligencia reforzada en casos de violencia de género.En resumen, durante la audiencia judicial se rechazaron las solicitudes presentadas por la defensa, enfatizando la falta de garantías en cuanto a la cesación del hostigamiento por parte del acusado y resaltando la importancia de proteger a las mujeres contra la violencia de género.Resolución JudicialTras escuchar a todas las partes involucradas, la jueza Moreira rechazó la solicitud presentada por la defensa. Además, en consonancia con la recomendación del psiquiatra, ordenó la realización inmediata de una junta médica con el propósito de determinar la aptitud de Rainieri para permanecer bajo custodia policial. La jueza expresó: "El doctor Lobo afirmó la necesidad del tratamiento", y solicitó a la defensa que gestionara la atención médica requerida para el detenido.En cuanto a la viabilidad de un arresto domiciliario, la jueza fundamentó su decisión destacando: "Considero que esta medida solo sería capaz de evitar el contacto físico entre el acusado y la víctima, pero no abordaría la comunicación a través de medios telemáticos, que es la cuestión señalada y la que llevó a imponer la medida de mayor rigor (prisión preventiva) en la última audiencia".La denunciaLa denuncia de Lohezic salió a la luz el 28 de agosto, cuando compartió en sus perfiles de redes sociales los mensajes que había estado recibiendo del acusado desde 2018. Según su relato, ya había presentado una denuncia en 2019, y a finales de ese año se le otorgó una orden de restricción. Sin embargo, recientemente, Rainieri volvió a contactarla a través de otra plataforma social con un mensaje que la llenó de temor. En una entrevista con LA GACETA, la víctima explicó que, ante la persistencia de los correos y mensajes, decidió inicialmente bloquear las cuentas de Rainieri. Sin embargo, al ver que esto no funcionaba, optó por desactivar temporalmente sus redes sociales y cambiar su dirección de correo electrónico. A pesar de haber bloqueado los canales digitales, el acusado comenzó a buscar a Lohezic en lugares donde sabía que podía encontrarse con ella. En una ocasión, según relató la joven, Rainieri la encontró en un teatro y le pidió entablar una conversación. El padre de la chica intervino y solicitó al imputado que se marchara y los dejara en paz. En otro incidente, Rainieri averiguó su lugar de residencia y se presentó en la entrada de su casa. Nuevamente, el padre de Lohezic le pidió que se retirara, pero al recibir una negativa por parte del joven, llamó a un oficial de policía, lo que resultó en la detención de Rainieri por una infracción. Fue en ese momento cuando el caso se sometió a proceso judicial por primera vez, brindando a Lohezic cierto grado de tranquilidad hasta mediados de este año, cuando recibió el siguiente mensaje: “Mili, estoy decidido a amarte. Debemos estar juntos”.Tags
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